Seguramente hemos escuchado decir que son las experiencias de la vida las que nos enseñan y nos transforman, pero es posible que lleguemos a creer que dichas experiencias son lo que nos sucede. En realidad, la experiencia es lo que hacemos con eso que sucede, pues es lo que varía de una persona a otra.
Eso que hacemos depende de nosotros y es una elección; es la razón por la que dos o más hijos de la misma familia, que comparten la misma historia familiar, la usan de forma distinta. Si en nuestra historia familiar hubo información de abandono, es probable que la utilicemos para abandonar y alguno de nuestros hermanos, la utilice de manera inconsciente para buscar situaciones en las que es abandonado.
En ambos extremos estamos dejando que nuestra historia familiar nos defina. En cambio, si somos conscientes de que llevamos esa información, podemos elegir cómo utilizarla. En mi experiencia en consulta he visto personas con información de abandono convertirse en los mejores aliados de sí mismos, que saben cuidarse y acompañarse sobre todo en situaciones difíciles.
Se trata de integrar, de traer nuestra información a la luz de la conciencia para elegir qué hacer con ella. En palabras de Aldous Huxley: «La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede».
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